En los últimos 10 años, los peatones han logrado ganar espacios a los autos en el Centro Histórico.
La calle Francisco I. Madero, nombrada así al triunfo de la Revolución Mexicana, paso de ser una vía de intenso tránsito de vehículos al corredor peatonal más concurrido de la Ciudad.
Desde 2001 fue una de las principales vialidades en la lista del plan de rescate del Centro Histórico de la Ciudad de México.
Una segunda remodelación la convirtió en un paseo que conecta la Plaza de la Constitución (Zócalo) con el corredor de Avenida Juárez y Reforma.
En este pasaje se encuentran inmuebles antiguos, algunos de la época Virreinal, y es considerado el corazón la zona financiera del Primer Cuadro de la Ciudad.
Ahí están la Torre Latinoamericana, primer gran edificio de la Ciudad, la Casa del Marqués de Jaral de Berrio, después Palacio de Iturbide, propiedad del Banco Nacional de México, y hoy Palacio de Cultura Banamex'.
Otros son la Casa de Don José de la Borda y Casa de los Azulejos, además del Convento de San Francisco de Asís, el Templo de la Profesa de la Compañía de Jesús, un tiempo Catedral Metropolitana.
Tanto las personas encargadas de los inmuebles, como los peatones, están satisfechos con los cambios realizados por parte del gobierno ya que dicen hay un mayor disfrute del ambiente Colonial.
Con el plan de rescate han logrado mejorar otras partes del Zócalo y esta es la más notable, para los visitantes.
Las banquetas y el arroyo vial fueron sustituidos por una sólo carpeta de concreto, iluminada con luz blanca.
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Sacan peatones a los autos. Fotografía por: ciudadanos.com.mx |
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